Teoría y práctica… ¿menos accidentes?

Por Boris L. García Cuartero

Para los cienfuegueros la respuesta es categóricamente NO. Lo que pareciera un acertijo se convirtió en triste realidad, al crecer en 20 el número de accidentes en las vías y en 12 las víctimas fatales, con respecto al año anterior, para convertirse el ya concluido en el peor de la última década.

Para colmo de males sucedieron cinco eventos masivos, situación antes impensada por acá, donde la Escuela de educación vial y conducción capacitó a cerca de cuatro mil choferes. Resultado: mayor conocimiento teórico e insuficiente demostración de conocimientos prácticos, en un territorio en el cual se intensifica el tráfico por la existencia de un polo económico productivo que genera altos movimientos de transporte y personas.

Llama la atención que asistieron en mayoría a la institución quienes manejan bicitaxis y cocheros –modalidades como paliativo al deprimido servicio urbano-, ambas figuras necesitadas de recalificación para actuar en la vía, pero… ¿y el resto de los choferes? ¿y la conciencia ciudadana? ¿y la exigencia de un Código que se dice flexibiliza el carácter de las sanciones a los infractores? Creo, debiera ser más severo, la situación en todo el país así lo demanda.

La accidentalidad se ha convertido en un problema social y mi Cienfuegos no escapa al problema. La accidentalidad provoca más muertes que enfermedades de alta letalidad y es preocupante; otra cifra ilustra tal comportamiento: más de 100 infracciones estuvieron relacionadas con la ingestión de alcohol, entonces cabría volverse a hacer las mismas interrogantes del párrafo anterior.

Carreteras en mal estado, circulan por las mismas vehículos de diferentes marcas, años de fabricación e incluso diverso estado técnico y pudieran ser estas las causales, pero ¿y la precaución, la pericia y la combatividad de los agentes del tránsito? Alguien malsanamente –o quizás acertado- me dijo que peatones y choferes andan con sus problemas a cuestas y es imposible concentrarse… un criterio, un tanto absoluto…

Pero de lo que absolutamente no hay dudas: buen intento el de la escuela de marras, pero no es la solución; crecen los accidentes, existen más muertes… la alerta está en rojo intenso, del mismo color de la sangre con que se tiñeron carreteras en Cienfuegos y más que lamentar tenemos que evitar.