LABIOFAM “la metió al maíz”

Por Boris L. García Cuartero
Así le escuché decir a un amigo, a propósito de la idea de comercializar perfumes bautizados como Ernesto y Hugo en alusión a los Comandantes. Los Laboratorios Farmacéuticos han ido de Congreso al centro de polémica y qué polémica: incendiaria, burlona y hasta retrógrada, es mi parecer.
Para ser sincero, no me escandaliza para nada la entrada al mercado de las fragancias. Solo me provocaría rubor que su precio sea inaccesible para las grandes mayorías; si de mi dependiera, regala por el mundo los olores de Hugo y Ernesto, que son preferibles a escuchar los discursos vacíos e hipócritas de quienes se dicen seguidores de sus ideas, mientras su comportamiento es: haz lo que yo digo y no lo que yo hago.
Entre las escandalizadas opiniones que he leído se encuentra la alusión al dinero, a comercializar la imagen, el ejemplo o el recuerdo de quienes serán por siempre arquetipos. ¿Y es que el dinero es tan malo como por muchos años nos han querido hacer creer? Solo con dinero se puede comprar y de tenerlo, otro gallo cantaría para la macro y microeconomía de los cubanos.
Si ya se, el bloqueo y otros demonios, pero…Labiofam ha demostrado eficiencia y eficacia en su gestión, si emplea lo recaudado en ser mejor, en perfeccionar y modernizar sus dependencias, qué de malo o cuestionable tiene tal acción. Artex hace de otros símbolos motivos de cubanía y para nada han dejado de ser lo que para la admiración de los humanos es cuestión de ideologías.
Que una vez protestamos y enjuiciamos a quien empleó uno de estos hombres-símbolos para el comercio…pudiera mi amigo decir: fue sentido del momento histórico y hay que cambiar lo que debe ser cambiado. No creo que haya camino alguno hacia el capitalismo en Cuba, más bien cambian ciertos conceptos que durante muchos años nos han permeado hasta el tuétano y ahora, para cambiarlos, hará falta otros muchos años, la vida lo demuestra a cada instante.
Labiofam “la metió al maíz”, bien porque creyeron sus químicos que tendrían una explosión de mercado o bien porque encontrarían detractores a cada esquina, la frase tan cubana se adapta a cualquiera de las circunstancias.
Esperaré ambas esencias en el mercado y en dependencia de sus precios y de mi ingresos compararé las dos. Con gusto llevaría sobre la piel el recuerdo de ambos líderes, porque ya están en mi corazón de ciudadano del mundo; nada podrá enturbiar el ejemplo de Ernesto y Hugo, mucho menos si se les quiere ver únicamente como encerrados en un frasco de fragancias y no en su verdadera dimensión humana.