Por Boris L. García Cuartero
ocupado y perezoso
He estado ocupado, casi sin tiempo para exprimirme el cerebro en las últimas horas del día y escribir aquello que a uno lo motiva, le llama la atención o sencillamente le incomoda, porque también de incomodidades hay para contar… tengo cierta pereza intelectual, he concentrado las neuronas en una revista musical que pondremos al aire este fin de año en el canal y debo dirigirla… tarea en la que no estoy muy ducho, pero hay que superarse.
No obstante, el desacostumbrado levantón de los viernes –para dirigir el contacto informativo a la revista Buenos Días, de la televisión nacional-, parece me ha hecho despertar las células del pensamiento y ahí voy con algunas anotaciones fin de añeras. ¡Cómo está la calle, arde en comentarios, esperanzas y desilusiones!, pero de estas últimas prefiero ni hablar.
En medio de las planificaciones para el puerquito de fin de año, el congrí y todo lo demás que les acompañará el 24 y 31 de diciembre, siguen en la palestra pública las modificaciones a la Ley Migratoria. Hay quienes buscan las publicitadas listas de países que no piden visas, otros miran hacia el norte con ciertas esperanzas –de visitas y reunificación familiar, quiero decir- y hasta sacan sus cuentas de cuántos meses le llevará reunir para darse un saltico fuera de fronteras a constatar las miserias y la abundancia de este mundo… habrá a quienes se les irá la vida, digo yo…
Hoy es 30 de noviembre, los santiagueros “metieron el pie” para publicar temprano la remembranza de los hechos que hace 56 años ocurrieron en la ahora en recuperación Ciudad Heroica, cuando se levantaron en armas para apoyar el desembarco del yate Granma con Fidel y el resto de los expedicionarios a bordo, quienes librarían la última y definitiva etapa por la liberación de Cuba.
Nosotros también dimos nuestro empujoncito para poner al aire el inicio del Festival de Música Popular Benny Moré y hacer de esos minutos todo alarde de ese orgullo que nos caracteriza, por vivir en una de las ciudades más lindas de mi país. Y que conste no lo digo yo solo… solo que salimos después del horario en que se trasmite para el resto del mundo, así que los que viven afuera no pudieron vernos… qué lástima, lo que se perdieron…
Apenas sales a la calle y ya están los comentarios de que el año próximo todo el mundo tendrá internet en las casas… a ver… no todo el mundo, sino el que pueda pagar la supuesta tarifa que pondrá una de nuestras más “eficientes” empresas, sí, la de las comunicaciones. Ni me atrevo a repetirla, no creo que sea verdad –ni una cosa, ni la otra- aunque a estas alturas del campeonato cualquier cosa puede ocurrir…
A propósito de campeonatos. Por fin mis Elefantes ganaron un juego en la recién estrenada 52 Serie Nacional de Beisbol; de los tres contra los Gallos de Sancti Spíritus, se llevaron el último… la afición está encabroná, pues los dos malos pasos del comienzo pesarán en la estadística de ganar aproximadamente 25 en toda la contienda, para poder quedar entre los ocho mejores del país, otro particular que ha levantado ronchas y reflexiones a lo largo de la Isla.
Y es que no nos acostumbramos en medio de este vacilón de socialismo caribeño a que debemos desterrar de una vez y por todas el paternalismo, el igualitarismo, el sociolismo, la mediocridad y el mantener a toda costa a la gente ocupada. El que sirva ha de tener su espacio, el que no, tiene que buscarlo en otra parte… si así fuera de verdad, por lo menos en mi trabajo sobrarían una cuantas gentes, a los que poco importa hacer bien su trabajo, sino únicamente cobrar al fin de mes y congraciarse con los jefes para seguir en el vacilón de trabajo seguro y bien remunerado…las neuronas, bien, gracias, para eso están precisamente los que no caen en gracia, aunque sean graciosos o talentosos.
Ah por cierto, también en enero debe bajar el cuc –no sé con qué coño de economía- pero eso es lo que dicen y hay hasta quienes están preparados para la meteórica carrera de convertir los suyos en moneda nacional o viceversa y han hecho sus cálculos de lo que hasta ese supuesto minuto les era impensable adquirir con sus debilitados bolsillos… nada que los cubanos somos del carajo… claro, si nos deshacemos de las bolas, las colas, los chismes, los chistes y otras cosas más que no generan bienes, dejaríamos de ser cubanos de la Isla.
Me tiro un rato para reponerme del madrugón. Cuando regrese pasadas las seis de la tarde espero me quede alguna neurona viva para volver a escribir unas cuantas líneas, mañana es el Día del Locutor y me invitaron a una fiestecita en la UNEAC, después a las cuatro los muchachos de Expresarte dedicarán su pasarela y más a los profesionales de la palabra… ocupado todo el tiempo… la pereza hay que desterrarla, con esa no se llega a ningún lado, pero no nos aprendemos la lección…
Las Cuentas Claras... 